Este jueves, la NASA y la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional publicaron su informe anual, en el que advierten de las consecuencias del calentamiento global: los últimos 8 años fueron los años más calurosos desde el inicio de los registros en 1880.
Según el informe, la temperatura de la superficie terrestre y oceánica de la Tierra fue de 14,7°C en 2021, lo que le lleva a ser el sexto año más caluroso, y eso, a pesar del fenómeno la Niña, que provoca un enfriamiento de las aguas del Pacífico y temperaturas más bajas. En 2021, la Tierra estuvo unos 1,1°C más caliente que el promedio al inicio de la revolución industrial.
Según los expertos, el año 2022 probablemente no será mucho más caluroso que 2021, pero 2023 podría alcanzar un nuevo récord, aunque es muy difícil predicar las temperaturas. Además, durante la década de 2020, es probable que alcancemos a sobrepasar el limite de 1,5°C.
A mediados de siglo, podríamos llegar a un aumento de 2°C
En 2015, la comunidad internacional se comprometió a evitar que la temperatura global aumente un 1,5 °C respecto a los registros preindustriales gracias a varias medidas medioambientales. Sin embargo, debido a los retrasos en la respuesta, es probable que también se supere el límite de 2 °C a mediados de siglo.
Según Edil Sepúlveda, científico de la NASA, superar ese punto «no significa que vaya a haber cataclismos» ese mismo día, pero habrá zonas del planeta donde será «muy difícil vivir».
Una brecha entre lo que se hace y lo que se tendría que hacer
Hay una enorme brecha entre el camino que sigue el mundo y el escenario necesario para mantener el calentamiento por debajo de 2°C. Una solución sería de extraer el CO2 del aire y enterrarlo, pero el coste podría llegar a ser de 5 billones de dólares para un solo año. Estos escenarios de extracción obviamente no tendrán lugar.
El informe termina denunciando a los líderes globales que siguen afirmando que es posible mantener el calentamiento global por debajo de 1,5°C, aunque llegar a un aumento de 2°C es prácticamente asegurado si no se toman medidas concretas para frenar el calentamiento global.
Según el administrador de la NASA, Bill Nelson, «la ciencia no deja lugar a dudas. El cambio climático es la amenaza existencial de nuestro tiempo (…) Lo que subraya la necesidad de una acción audaz para salvaguardar el futuro de nuestro país, y de toda la humanidad».
Esas consecuencias ya se sienten hoy en día. Sin ir más lejos, el verano de 2021 fue el más caliente en el noroeste de Estados Unidos, y en Suramérica, el pasado diciembre fue el mes más cálido desde el inicio de los registros. Así, se experimentan olas de calor, incendios forestales y sequías.
El aumento de temperaturas genera también más vapor en la atmósfera, lo que crea fuertes lluvias e inundaciones tal como sucedieron en Europa el año pasado. Según la NASA, 2021 fue el año récord en cuanto a la cantidad de calor almacenado en los niveles superiores del océano, batiendo la marca de 2020.