Por: Reinaldo Pérez Flórez/ Esta semana conocimos una nueva faceta del ingeniero Juan Carlos Cárdenas Rey, primer mandatario de la ciudad, faceta que muy pocos conocían, la del escrupuloso alcalde Cárdenas, alguien que siente un recelo inquietante cuando se trata de cuidar los recursos públicos del municipio, es un virreinato donde estos temas no se manejan con ligereza, está rodeado de personas calificadas que conocen cada una de las 17 comunas de nuestra ciudad, una administración de altos comisionados, seres superiores defensores de la Moral administrativa, conocedores de la función pública, (pero no de sus propias funciones), que han sabido instalar su olimpo en el 5 piso de la alcaldía de Bucaramanga, un culto a la divinidad que no tiene precedentes en la ciudad.
Pero hay algo que tampoco tiene precedentes, la criminalización que se le está haciendo a los Centros de Bienestar del Adulto Mayor de la ciudad, en especial al asilo San Rafael; hace ya más de un mes, cuando empecé a escribir del tema, teniendo en cuenta lo desaciertos de la Secretaria de Hacienda del municipio, defendiendo el Decreto 121 del 8 de Abril del presente año que exoneraba a contratistas del pago de la estampilla (Pro Anciano), a estas alturas no solamente esperábamos que la administración priorizara el gasto público en la protección de esta población extremadamente vulnerable en tiempos de Covid-19, también que se les pagaran los dineros generados por esta estampilla que son de destinación específica; pero, ¡oh sorpresa!, según el alcalde Cárdenas los Centros de Bienestar del Adulto Mayor lo manejan personas “inescrupulosas”.
Gracias a los cantos celestiales de sus asesores de confianza, (expertos en sumar seguidores en redes sociales), el escrupuloso alcalde ahora es el temerario Cárdenas, quien con un patrón de comportamiento endosado por su creador, amo y señor del “va porque va”, interpuso una denuncia penal, según el señor gracias a “unos hallazgos” hechos por su experimentada Secretaria de Desarrollo Social; hasta donde yo tengo entendido los que hacen hallazgos son los entes de control, no los funcionarios de la rama ejecutiva, como dijo un exalcalde de la ciudad, “son expertos para denunciar, para hacer control, para pedir cuentas, pero menos para ejecutar”.
El alcalde en entrevista con Caracol Radio, afirmo que “debe merecer respeto esta denuncia que se ha hecho en la fiscalía”, “definitivamente estas prácticas no las vamos a permitir ni a tolerar, porque son recursos de todos los ciudadanos”, también todas las investigaciones que hace su secretaria de despacho; la pregunta es, ¿será consiente el alcalde al decir que avala todas las investigaciones que haga su secretaria?, ¿será consiente de las posibles consecuencias penales y disciplinarias que está asumiendo?. Los que merecen respeto son los adultos mayores de la ciudad, ya que ellos no van a poder vivir de los ingresos corrientes de libre destinación, como lo propuso la experimentada Secretaria de Hacienda del municipio en Redes Sociales, maniobra administrativa difícil de ejecutar en tiempos de Covid-19.
Los adultos mayores de la ciudad, poco les importa si el alcalde Cárdenas, “avala las denuncias” de la Secretaria de Desarrollo Social en la Fiscalía, ellos necesitan es que el alcalde les “avale” el pago de los recursos de destinación específica, que les adeudan desde el mes de Noviembre del año pasado; según Albeiro Vargas, (el Ángel del Norte) estos son hechos cumplidos, que este programa se maneja por cupos, es lo que se está cobrando, si un adulto mayor beneficiario de este cupo fallece, este cupo inmediatamente beneficia a otro adulto mayo, “nadie se va a robar $ 4.500” es lo que le cuesta al municipio cada adulto mayor; en estos tiempos de Covid-19 donde todos estamos mucho más enterados del costo de la canasta familiar, ¿cómo puede vivir un adulto mayor con $4.500, quienes en la mayoría de los casos deben tener enfermera y estos centros especializados les dan diariamente cinco comidas, equivalentes a $50.000 por adulto mayor?, la vanidad intelectual y administrativa de los seres superiores del 5 piso no alcanzan a discernir esta situación.
Esta cifra solo se gasta en comida, ahora según Albeiro Vargas, “no solo de pan vive el hombre”, los adultos mayores gastan por lo menos tres pañales diarios, cada pañal cuesta alrededor de $4.000, hay que pagar servicios, arreglo de ropa, son gastos que no contempla la administración; el no girar estos recursos a tiempo, desmejora las condiciones dignas en las que debe vivir un adulto mayor, donde la prioridad del gasto público social, no debe ser indiferente con una población que debe estar confinada y aislada de forma obligatoria, esperamos que esta vez, los escrúpulos del alcalde Juan Carlos Cárdenas Rey, se antepongan a la soberbia administrativa de tan distinguidos secretarios de despacho.
*Abogado, Especialista en Derecho Constitucional y Especialista en Derecho Administrativo.
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