Por: Holger Díaz Hernández/ Ha sido una campaña como para olvidar, llena de ataques racistas, sexismo y misoginia, deberían estar avergonzados los estadounidenses por el nivel del debate, donde los epítetos de fascista y comunista son lo mínimo, pero esto es el reflejo de la actual sociedad americana.
Parece más una alfombra roja por el número de artistas de la farándula mundial que apoyan al uno o al otro, empresarios de la talla de Bill Gates y de Elon Musk compiten por quien aporta más dinero a las campañas, convictos, mafiosos y personajes de toda estopa son bienvenidos ante la necesidad de un voto que sume.
“No puedes volver atrás y cambiar el inicio, pero puedes revisar y cambiar el final”: C. S. Lewis.
La tradición establece que el primer martes del mes de noviembre, en los años bisiestos, que en este corresponde al día 5, se cierran las votaciones y se define la elección de los 538 miembros del Colegio Electoral, que son quienes se reunirán el próximo 17 de diciembre y declararán con un mínimo de 270 votos, quien será el próximo inquilino de la Casa Blanca, el número 47 de su historia.
De hecho, esta es la única nación con régimen democrático que elige de manera indirecta, a través de un colegio electoral a su presidente.
De los 50 estados de la nación, la gran mayoría votan tradicionalmente demócrata o republicano, sólo un puñado de ellos, siete para ser más exactos, cambian su decisión de acuerdo a las circunstancias y son los que definen la elección, estos son: Pensilvania, Michigan, Georgia, Carolina del Norte, Nevada, Arizona y Wisconsin, estos son los llamados estados bisagra y es aquí donde los votos tendrán que contarse uno a uno y donde las dos campañas se han concentrado en las últimas semanas de manera casi exclusiva.
Recordemos que no importa quien gane en el número total de los votos sino quien gane en cada estado, de entrada, Kamala Harris tendría 226 votos de los estados tradicionalmente demócratas y Donald Trump 219 de los republicanos, la puja está en los restantes, que suman sólo 93 votos pero que hacen la diferencia.
Pensilvania y Michigan tienen 19 y 15 votos electorales respectivamente, en 2016 le dieron el triunfo a Trump, pero en 2020 votaron por Biden, hoy hay empate en las encuestas pero se decantarían por Harris principalmente con el apoyo de los sindicatos y de sectores de inmigrantes; Wisconsin tradicional demócrata cuenta con 10 electores, voto Trump en 2016 y Biden en 2020, hay empate en las encuestas; Georgia con 16 votos votaría por Harris en medio de los ataques racistas de Trump; Arizona con 11 electores apoyaría a Trump, en Nevada con 6 votos hay empate y Carolina del Norte con 16 votos electorales es la gran incógnita, es tan importante que Trump y Harris cerraran sus campañas en este estado.
El historiador y analista Allan Lichtman, el “Nostradamus” de los resultados electorales en los EEUU, quien ha acertado en los últimos 40 años, afirma que “no hay forma que Trump gane en esta carrera por la presidencia”, de acuerdo a sus vaticinios que se fundamentan en claves que no tienen que ver con las encuestas ni las campañas sino en la gestión del partido que gobierna y sus resultados en la economía y en la política exterior.
Las encuestas más recientes muestran que el 85% de las personas que van a sufragar ya tienen una decisión de voto y entre ese 15% de los indecisos, un 2% no lo tienen aún claro y un 9% afirman que podrían cambiar de opinión en el último momento.
Nada fácil la tienen los 160 millones de personas que participan en esta elección, hace apenas cuatro meses Trump derrotaba sin atenuantes a Biden, hoy en medio de un empate técnico la mayor posibilidad la tiene Kamala Harris; apuesto por ese resultado.
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*Médico cirujano y Magister en Administración.