Se abrió paso a una moción de censura contra el titular de la cartera económica en el Legislativo con inusitada velocidad. Esa decisión se originó luego que periodista Daniel Coronell en su columna de Revista Semana denunciara que el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, estaba involucrado en la quiebra de 117 municipios por cuenta de los “Bonos Agua”.
Y aunque en la historia legislativa de Colombia nunca ha prosperado una iniciativa de este tipo, la indignación de la opinión pública ha redundado en el agrupamiento de diversas fuerzas políticas que están convencidas de que en esta ocasión existe un ambiente propicio para dejar planteado un mensaje de rechazo a las actuaciones de Carrasquilla.
La propuesta ha tenido eco en los partidos de oposición, que suman 22 curules en la Cámara y 23 en el Senado, pero también ha atraído el interés del sector independiente, especialmente del Partido Liberal, que tiene 35 curules en la Cámara y 14 en el Senado. Por los lados de Cambio Radical, la idea está siendo estudiada, pero desde ya existen voces como la del senador Rodrigo Lara, que estarían dispuestas a impulsar la sanción al ministro.
En este contexto, Cambio Radical será determinante para el futuro de la moción de censura, pues si manifiesta el apoyo a la propuesta, se tendrían los votos suficientes para que Carrasquilla enfrente un panorama adverso en el Legislativo. Y se le suma que existen voces dentro del Partido de la U que, aunque se declaró de Gobierno, está divido en su seno, y tanto el senador Armando Benedetti como Roy Barreras jugarían del lado de los opositores al Ejecutivo.
Con el agravante para el gobierno Duque de que el procedimiento de la moción de censura ha cambiado y, de acuerdo a la última reforma, ya no será el Congreso en pleno el que tome la decisión, sino que podrá ser cualquiera de las dos corporaciones.
Para convocar a una sesión de moción de censura solo se necesita la firma del 30% de los miembros de la corporación, y este martes en la Cámara ya habían suscrito el texto 12 de los 18 parlamentarios necesarios.
Con estas cuentas, en esta corporación se necesitan entonces 87 votos para aprobar dicha moción, y solo los independientes y la oposición suman 88; en el Senado se necesitan 55 apoyos, y oposición e independientes suman esos 55 parlamentarios. Es decir, el panorama es propicio para que por primera vez en la historia un ministro sea sancionado con el rótulo de la “indignidad” en el Legislativo.