Por: Luis Carlos Heredia Ordóñez/ La alerta de riesgos por inundaciones en los 87 municipios de Santander, evidencia la necesidad de consolidar una red de gestión del riesgo por inundaciones, que sea eficiente, técnica, y compuesta por profesionales ambientales, que tengan una lectura de los problemas ambientales y en especial de análisis, en dónde se pueden proyectar soluciones para este problema temporal, qué ha causado durante muchos años graves afectaciones al desarrollo del departamento.
Viene siendo ya la hora de que las autoridades ambientales, tomen una actitud seria en el manejo de estas problemáticas. Así mismo las alcaldías y la gobernación; se tomen realmente en serio la necesidad de consolidar estrategias de trabajo para la prevención y la gestión del riesgo por inundaciones, en todo el departamento de Santander.
Tenemos que mencionar que en Santander y en especial en el área metropolitana de Bucaramanga; la gestión del riesgo es un aspecto fundamental en el contexto de brindar una calidad de vida y minimizar los daños ambientales, económicos y sociales, que son causados por los fenómenos naturales que propician el riesgo por inundaciones.
Debe mencionarse, que las inundaciones en el Río de Oro, en especial en la ciudad de Girón, en la zona Rurales de Piedecuesta, y en el municipio de Floridablanca; especialmente en el sector urbano, han tenido la desgracia de generar víctimas fatales.
Cómo no recordar la problemática de las inundaciones en el municipio de Girón, como la sucedida en el año 2005, de la que aún quedan secuelas ambientales y sociales, debido a la ausencia de una planificación del territorio que responda a los retos que asumen los municipios en términos a las variables ambientales como el cambio climático y el calentamiento global.
En esta inundación fallecieron 20 personas y se generó la destrucción de algunas industrias y asentamientos urbanos irregulares. Esta tragedia fue causada por una precipitación de 285 mm en 108 horas. Una tasa muy alta de precipitación, que evidentemente puede causar estas afectaciones, importantes en la comunidad y sobre todo en las familias y comunidades ribereñas. Siendo esta consecuencia el no pensar en el departamento de Santander, la implementación Y puesta en marcha de algunas estrategias de mitigación y reducción de los riesgos ambientales asociados a las inundaciones.
En épocas más recientes, las inundaciones causadas durante el año 2019 y 2020 en Floridablanca y el municipio de Piedecuesta; en donde la destrucción, ha propiciado más de 200 personas que han visto afectadas sus viviendas por estas inundaciones en el municipio garrotero, la afectación por inundaciones causada en un conjunto residencial, ubicado en una zona de alto riesgo debido a la cercanía de esta construcción con el margen de inundación del Río frío, hace evidente que la ausencia de políticas municipales de ejecución y especialmente ha demostrado que el mal uso del suelo, la ignorancia en temas de soluciones a los problemas de inundación, incluso la reconstrucción de vivienda sin regulaciones ambientales, en especial mención respetando el ordenamiento territorial, ha sido el común denominador de un modelo de desarrollo urbanístico y de gestión del riesgo de desastres que no aporta al bienestar de los ciudadanos.
Pero, al contrario, hace evidente que en la ausencia de políticas ambientales fundamentadas en la gestión y la prevención del riesgo; y el diseño de estrategias de Urbanización, no ha sido vista como una política municipal y departamental, que aporte al desarrollo sostenible de nuestros municipios santandereanos.
En estos momentos la temporada invernal en Santander, es anunciada con grave preocupación, por las autoridades ambientales encargadas de la gestión del riesgo a nivel municipal y departamental. pero en esta reflexión se debe tener en cuenta que la gestión del riesgo no sólo publicar una advertencia a la ciudadanía.
También es momento de que se empiecen a pensar y diseñar verdaderos esquemas de control de inundaciones, junto a esto redes de monitoreo funcionales para prevenir el crecimiento y el aumento del nivel de la columna de agua de los ríos de manera súbita, el rediseño de muros de contención, pantallas ancladas para la estabilización de taludes y especialmente de estrategias de canalización.
Otro aspecto a tener en cuenta es el desarrollo de una estrategia ingenieril que permita la adaptación al cambio climático y la estabilización de los taludes, junto con esto los diagnósticos del bosque de ribera en las cuencas hídricas que tienen mayor riesgo de inundación en el departamento.
Igualmente, es fundamental un proceso de educación ambiental que propenda por la generación de una cultura ecológica y de gestión del riesgo que sea eficaz; para evitar de manera específica, el desarrollo de modelos de invasión de las rondas hídricas en todo el departamento de Santander y el área metropolitana de Bucaramanga.
Es importante, agregar que deben ser las autoridades encargadas de la gestión del riesgo en Santander, promover el desarrollo de soluciones creativas y técnicamente eficientes de sus intervenciones para la atención del riesgo, debido a que no podemos enfocar el manejo de los desastres, únicamente en entregar un mercado a una comunidad afectada, utilizar un bulldozer para limpiar una vía, o en el caso de algunos encargados, ir solamente a tomarse fotos y hacer la visita a las personas afectadas por estas graves situaciones.
Ahora es el tiempo, en las épocas en donde el cambio climático y el calentamiento global; hace evidente la necesidad de soluciones de ingeniería, que como mencionamos anteriormente desde el diseño de ciudades, la restauración ecológica, el uso de la ingeniería para la optimización de ríos y caudales, específicamente atendiendo a procesos de prevención y control del riesgo. Son más que necesarios para mejorar el camino de la gestión del riesgo y fomentar políticas de adaptación al cambio climático, que a futuro logren de no requerir de acciones de atención de desastres y se enfoque únicamente en la prevención del riesgo, debido a que debe ser una realidad en las dinámicas de ciudad que tenemos en el departamento de Santander.
Para nuestros lectores, los invitamos a ser más conscientes en nuestras acciones que hacemos diariamente, cómo: dejar correctamente las basuras, la tala de árboles, la intervención de los cerros y montañas en nuestras ciudades, y en especial el uso de las quebradas y los cuerpos hídricos como » mini carrascos», debido a que estos temas generan riesgo de inundaciones y contaminación del recurso hídrico.
Pero también, a denunciar y después ya la informar sobre fenómenos de riesgo que afectan la vida y la integridad de nuestras comunidades y ciudadanos de nuestros municipios en Santander.
Hay que decir, que las inundaciones; no solamente es el resultado de las dinámicas de las lluvias y el ciclo hidrológico, estas son el resultado y responden a otras problemáticas ambientales presentes en nuestro departamento como: la deforestación, la erosión de los suelos, las emisiones de gases de efecto invernadero. Provocando que estas inundaciones aumenten su gravedad y nivel de peligrosidad, causando impactos negativos cada vez más presentes en nuestras comunidades de Santander por motivo de lluvias e inundaciones; que, con cada gota de agua y lloviznas, recuerdan la nefasta inundación y los desastres naturales que fueron la consecuencia de inundaciones como el Río de Oro en 2005, la inundación de Río Frío y las inundaciones de Piedecuesta en 2020.
*Tecnólogo ambiental, ingeniero ambiental.
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