La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recomienda que México adopte «urgentemente» medidas para tener en cuenta lo que revelan los medios de comunicación.
El organismo de cooperación internacional pidió a México que sea más atento a las informaciones en la prensa sobre presuntos casos de corrupción transnacional que implican a empresas e individuos de su país.
En su informe de supervisión sobre cómo se aplica su Convención contra la Corrupción Transnacional de Funcionarios Extranjeros presentado, la OCDE sugiere que las embajadas deberían ocuparse de hacer ese tipo de investigaciones y traducir las informaciones de los medios de comunicación extranjeros cuando contienen alegaciones de que empresas mexicanas han incurrido en actos de corrupción.
Esta propuesta inédita parte de la constatación de que en México sólo se están investigando actualmente cuatro casos, y todos ellos fueron señalados por el grupo de trabajo de la OCDE porque los vio publicados en la prensa.
El grupo de trabajo considera que la situación de la lucha contra la corrupción transnacional en México genera «serias preocupaciones”.
Para el conocido como «club de los países desarrollados», que ha terminado la cuarta fase de evaluación de cómo se aplica su convención, México tiene que dar «más prioridad» a la lucha contra la corrupción transnacional.
México es el país en el que hay una mayor percepción de corrupción, según el índice que elabora Transparencia Internacional, que la OCDE cita en su estudio.
Sus autores reconocen que se han llevado a cabo una serie de reformas que han conducido a la creación del Sistema Nacional Anticorrupción y formulan una lista de recomendaciones para la puesta en marcha urgente de reformas, que incluyen la designación de un fiscal especial anticorrupción, el nombramiento de jueces en el Tribunal Federal de Justicia Administrativa, del Fiscal General, y aplicar el nuevo protocolo anticorrupción.
Especialistas responsabilizan al Gobierno y a los medios
A pesar de que el ciudadano cuenta con nuevas vías de acceso a la información, los especialistas mexicanos señalan que la prensa mexicana enfrenta el reto de atraer a una audiencia cada vez más fragmentada y a un ciudadano cada vez más más escéptico y crítico con los medios de comunicación.
Gustavo Torres Campos, Director General de Imagen Institucional en el Gobierno del Estado de Hidalgo, nominado a uno de los premios de periodismo 2018 a celebrarse el 9 de noviembre por la Organización Mundial de Periodistas del Turismo, señala que “si no se mejoran los canales informativos, se margina al ciudadano de saber si son correctas o justas las decisiones que afectan a su vida cuando son tomadas por el grupo en el poder”.
En consecuencia, Torres Campos concluye que el poco impacto de la prensa en los consumidores mexicanos podría resultar perjudicial no sólo para la sociedad, pues “la comunicación tiene como uno de sus propósitos sistematizar los flujos de información entre gobernantes y gobernados por lo que, sin una prensa con mayor alcance, se puede dificultar la lucha contra la corrupción transnacional”.
Mónica Gómez, presentadora de noticias en televisión y radio, considera que “el Gobierno mexicano no prioriza la transparencia en su información para los medios de comunicación, en la actualidad existen más enlaces entre la población y los actos gubernamentales, pero esto no quiere decir que la población esté teniendo respuesta”
Las pésimas cifras de México
Los padecimientos en el rubro de la prensa mexicana no solo tienen impactos sociales, también le restan competitividad al país, de acuerdo con el más reciente informe del Foro Económico Mundial.
México cayó dos lugares en el Índice de Competitividad Global 2018 (ICG) publicado el 17 de octubre, debido entre otros factores, a que ocupa las últimas posiciones en rubros como crimen organizado, confianza en la policía y delitos contra la prensa.
Después de Chile, México es el país más competitivo de América Latina, se encuentra en el puesto 46 de 140 en el ICG. Sin embargo, retrocedió dos lugares en comparación con el 2017, debido a que algunos rubros derivaron en la pérdida de puntos.