Por: Luis Eduardo Jaimes Bautista / Qué está pensando señor Alcalde Rodolfo Hernández (HG) sobre la posible quiebra de la Ciudad por causas de la EMAB y el negociado de Vitalogic, anuncio apocalíptico por el contrato que se gestó desde el 2016 y el corretaje que se firmó por notaría con intereses jugosos que supuestamente se jugaron el gerente, (el indelicado) hijo del alcalde y otros personajes, sin que hasta el momento haya pasado nada, con supuestas investigaciones por las IAS.
El tiempo pasa y el paciente sigue agonizando en la UCI (unidad de cuidados intensivos) porque no se le ha prestado la atención debida, mientras el Carrasco continúa emanando los nauseabundos olores sobre la ciudad. ¿Dónde está la diligencia de la Administración Municipal de Bucaramanga, expertos y abogados defendiendo la Empresa de Aseo para no dejar hundir la empresa de aseo que le pertenece a la Ciudad? Una de las pocas que sobrevive de la hecatombe administrativa y esté buscando acabarla totalmente.
¿Se habla sobre posibles soluciones a los problemas de ciudad, cuando diariamente se producen miles de toneladas de basura? Por ninguna arista se ve que la disposición final de residuos sólidos (basuras), tenga una solución, porque se viene un posible cierre del botadero de basuras el Carrasco. Este es un gran problema para la ciudad y el área metropolitana que deben tener prioridad, buscando una solución dentro de los proyectos, estudios y solución para afrontar lo que nos puede pasar a toda el Área Metropolitana de caer en otra emergencia sanitaria y vivir entre la basura en las calles.
A partir de la fecha, los mandatarios locales del área metropolitana y sus asesores tienen un año para dejar opciones de acuerdo a un nuevo sitio, sin perjuicio social y ambiental para la disposición de las basuras, con una tecnología de punta en el reciclaje, sin pensar en las energías gasíferas.
Oh las basuras… ¿Y el reciclaje? En el año 2001, el Ministerio del Medio Ambiente, reconoció a Bucaramanga como ciudad modelo en el manejo integral de residuos sólidos, debido a la experiencia ejecutada por la Empresa EMAB con el programa de separación de residuos sólidos en los hogares y establecimiento de la ruta de reciclaje. Solo duró un año y murió. Hoy no existe en la ciudad, ni el área metropolitana. Solo reposa como letras muertas en la página web, en las fechas que se celebra el día del reciclaje, porque la ciudad, jamás ha creado esa cultura para disminuir la basura y colocar un valor agregado a lo que puede transformarse, para el mejoramiento de la calidad de vida y preservación del medio ambiente.
Han sido 18 años de los cuales, cada día nos llenamos más de basuras y el reciclaje no existe, así esté reglamentado por acuerdo municipal, igualmente la empresa se vino en debacle, sin el cumplimiento de los compromisos suscritos en los planes de mejoramiento institucional y los procesos como ese compromiso de sostener una empresa para la ciudad. Pero no se logró desde ese 2001 dicho plan de mejoramiento de la entidad por carecer del personal idóneo y capacitado en el apoyo de la gestión; permitiendo que la corrupción continúe su carrera.
Ahí están los resultados, entonces “para qué llorar sobre la leche derramada”. Si el desmadre de la EMAB, viene haciendo carrera por sus funcionarios desde esa época, donde pasaron gerentes y gerentes, con pergaminos negros en sus administraciones. De nada han servido las campañas, la cultura y la educación en el manejo de las basuras, si no existe la conciencia ciudadana y administrativa, regulada por los PGIRS, una palabra, utilizada pero sin práctica, como el mismo reciclaje en la fuente.
Para ello se necesita más práctica que propósitos y palabras, porque se las lleva el viento, mientras la riqueza queda en las manos de la empresa privada, gracias a los corruptos que la venden con los besos de Judas y la justicia permanece callada.
Twitter: @LuisEduardoJB1