La pandemia ha impactado en el hambre. Para el año 2019 había 48 millones de personas a nivel regional en situación de hambre, la proyección para el 2030 es de 67 millones.
La Organización Acción Contra el Hambre dio a conocer los esfuerzos que se han realizado para responder a la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19 en América Latina, donde los casos continúan acelerándose, profundizando las problemáticas económicas de los países y agudizando la necesidad de los más vulnerables.
Crisis sin precedentes
Latinoamérica se enfrenta a una crisis de hambre sin precedentes como consecuencia de la pandemia, así lo explicó, Benedetta Lettera, responsable geográfica de Latinoamérica en Acción contra el Hambre.
La contracción de la economía, la informalidad del mercado laboral y el aumento del desempleo podrían dejar a corto plazo en la región al menos a 30 millones de nuevos pobres, según las estimaciones Cepal.
En esta línea, tras años de avances progresivos hacia la erradicación del hambre en la región, en 2019 la región ha registrado el mayor incremento global de prevalencia de la inseguridad alimentaria y las estimaciones muestran que para 2030 habrá 67 millones de personas que sufrirán hambre, por el impacto de la pandemia y otras crisis que afectan la región.
Riesgo de desnutrición
En Colombia, según cifras de la FAO se estima que 2,7 millones de colombianos, es decir, el 5.5% de la población está en riesgo de desnutrición, siendo los niños menores de 5 años quienes tienen mayor riesgo de vulnerabilidad.
De acuerdo con Pilar Medina, directora adjunta de Acción contra el Hambre en Colombia, “Nos preocupa que el porcentaje de la población que ya era vulnerable, día a día empeora sus condiciones: tienen menos acceso a medios de vida y esto influye directamente en la posibilidad de acceder a los alimentos necesarios. Hay otra preocupación importante y es la situación de pobreza oculta, que afecta a la clase media y que pronto podría precipitarse a situación de pobreza”.
Las ollas comunes
La enfermedad del Covid-19 se suma también a otros retos que vive Colombia como la estabilización de la paz, el desarrollo de las áreas rurales y miles de personas en las áreas urbanas que viven de la economía informal.
“En Perú -5º país del mundo en número de casos confirmados- miles de familias pasan días sin comer, recorren kilómetros pidiendo alimentos y han vuelto a autogestionar las ollas comunes entre vecindarios, que no se organizaban desde los años 90 cuando el país padecía una grave crisis económica”, señaló, América Arias, directora-país en Perú de Acción contra el Hambre.
Antes de la pandemia, el país andino tenía un 20% de la población en situación de pobreza que sobrevivía gracias a los empleos informales y, con el aislamiento y sin posibilidad de trabajar, estas personas, que ya eran vulnerables, se han encontrado en unas condiciones extremadamente complicadas.
“Solo en Lima, un millón de personas, no solo de la clase popular sino también de la clase media, ha sufrido inseguridad alimentaria. La caída de los ingresos ha cambiado la dieta de los hogares” añade, Arias.
Aumenta la desnutrición
La desesperanza crece día a día en Centroamérica porque el número de casos por coronavirus se incrementa y las consecuencias golpean con fuerza a la población más vulnerable.
“La pandemia provocó un aumento en el número de niños y niñas con desnutrición aguda, paralizó exportaciones e incrementó el número de trabajadores informales, que ya suponen el 70% de la fuerza laboral del país”, así lo manifestó, Miguel Ángel García, director país en Centroamérica para Acción contra el Hambre.
Contra todo pronóstico, las remesas, que desde el inicio de la pandemia habían descendido, aumentaron en el mes de junio gracias a la solidaridad de los migrantes que viven en los Estados Unidos.
“Las remesas en Guatemala suponen la principal fuente de ingresos del país y en este último mes han alcanzado los dos mil millones de dólares, lo que ha permitido que la población guatemalteca no caiga en una situación de vulnerabilidad más extrema”, dice García.
77 mil beneficiados
En Perú, se ha distribuido un total 40 mil kilos de alimentos donados desde el sector privado e instituciones peruanas.
En Colombia, alrededor de 77 mil personas han sido beneficiadas con la entrega de alimentos y se realiza de cerca un seguimiento del estado nutricional de los niños y niñas en las zonas de frontera, al tiempo que se trabaja en la prevención de la enfermedad con sesiones de sensibilización sobre higiene y distribución de kits en barrios altamente poblados de zonas urbanas, como por ejemplo en la ciudad de Bogotá.
También se actúa en estrecha colaboración con entes locales en acciones de desinfección y prevención de la infección en apoyo a las estructuras de salud como es el caso de Leticia, en Amazonas.
Acción contra el Hambre ha adaptado la respuesta a las necesidades de cada país, sin embargo, dadas las circunstancias debido a la emergencia provocada por la pandemia, se prevé que las necesidades y la población vulnerable continúe en aumento en Latinoamérica.
Cifras duras
En Guatemala, la inseguridad alimentaria se ha incrementado en 289,2%, mientras que, en Honduras, se estima que un total de 1.3 millones de personas se encuentran en crisis y 350 mil personas en emergencia.
En Perú, se estima que alrededor de un 10% de la clase media podría pasar a situación de pobreza
Acción Contra el Hambre
Acción Contra el Hambre es una organización humanitaria internacional que lucha contra las causas y los efectos del hambre. Salva la vida de niños y niñas desnutridos. Garantiza a las familias acceso a agua segura, alimentos, formación y cuidados básicos de salud.
Trabaja también para liberar a niños, mujeres y hombres de la amenaza del hambre. En España trabaja contra el desempleo y por la inclusión socio-laboral de personas con dificultades de acceso al mercado de trabajo.