Con el propósito de combatir el delito de la trata de personas y la explotación sexual de niñas, niños y adolescentes, delegaciones de Colombia, Brasil y Perú se reúnen dos días en Leticia para reactivar la Mesa de la Triple Frontera Amazónica, que contará con el apoyo del Departamento de Estado de EE.UU., la oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y Abogados Sin Fronteras Canadá (ASFC).
El encuentro es liderado por los Ministerios del Interior y de Relaciones Exteriores de Colombia, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y la Fundación Renacer, en el marco de la Alianza de Cooperación Internacional para la Protección de la Niñez (CPC).
La Mesa de la Triple Frontera Amazónica nació hace más de 15 años con el apoyo de organizaciones de la sociedad civil y la cooperación internacional, logrando avances en la persecución de este delito.
Inactiva desde 2019, el Gobierno Nacional quiere reactivar su acción para ofrecer una respuesta coordinada entre las autoridades de los tres países y poner en marcha un plan de acción para proteger los derechos humanos en la región.
El encuentro denominado ‘La Amazonía unida: Colombia, Brasil, Perú: Contra la Trata de Personas’, sucede en Leticia (Amazonas). Con el apoyo de la Gobernación del Amazonas y la Alcaldía de Leticia.
Se espera que este encuentro tripartito reactive la coordinación necesaria entre autoridades nacionales, regionales y locales de los tres países para avanzar en la prevención, atención, judicialización y persecución de estos delitos.
Participación de comunidades indígenas
Al encuentro asisten autoridades de Colombia, Brasil y Perú encargadas de definir acciones contra la trata de personas y la explotación sexual, delitos que afectan en especial a niñas, niños y adolescentes de comunidades indígenas. También participan representantes de las comunidades indígenas Ticuna, Cocama y Yagua, quienes han trabajado en la protección de la vida, libertad y dignidad humana dentro de sus comunidades.
Desde hace varios años, estas comunidades indígenas lideran un diálogo intercultural para unirse a la lucha contra la vulneración de derechos humanos. A través de sus instancias de representación y su jurisdicción especial indígena, han sancionado estos delitos, categorizándolos como gravísimos en sus planes de vida y reglamentos internos.
- (Con información del Ministerio del Interior)