Por: Carlos Andrés Mahecha Silva/ Desde hace décadas en el país siempre ha habido propuestas o decisiones que no han gustado y han preocupado a los colombianos, muchas se han quedado en el camino y no han sido efectivas, otras por su parte se han implementado a pesar de la inconformidad manifiesta. A pesar de esto no podemos desconocer el papel que han desempeñado los estudiantes de las universidades en especial los de las públicas, las centrales obreras y ciertas organizaciones y/o federaciones.
Por ejemplo los estudiantes, que en las últimas semanas en todo el país se han organizado para protestar por el déficit de la financiación de la educación pública, como también hacia el proyecto de financiamiento del gobierno; a dicha protesta se han sumado el apoyo de trabajadores, sindicatos y ciertos docentes. Para los que hemos sufrido los trancones, los bloqueos de las vías y del transporte público se nos hace difícil no tomar partido a si sea criticando o hablando en contra o favor de unos u otros.
Ahora si el proyecto de financiamiento es algo que perjudica o desfavorece a las clases sociales bajas y medias emergentes (estratos 1, 2 y 3) según la fórmula del DNP que uso en abril de 2018, de la cual disto porque no me parece objetiva, ya que para la entidad el subsistir con lo mínimo es sinónimo de no tener ninguna carencia, algo ridículo en realidad. Un poco más de veinte millones (entre pobreza extrema y estratos 1 y 2) de colombianos que serían afectados no los veo marchando, ni tomando una postura real frente a una situación que perjudicaría el país, porque los cuarenta y cinco millones que somos en Colombia según el DANE casi al y 65% de los colombianos nos tocaría, aumentando la inequidad y las “trampas de la pobreza”.
¿Por qué unos y no todos? Recuerdo hace unos años cuando Nicolas Sarkozy siendo presidente en Francia, presentó una ley para el aumento de la edad pensional, la cual tuvo una respuesta del país, donde se bloqueó totalmente, todo el mundo salió a protestar, médicos, profesores, estudiantes, trabajadores de empresas públicas y privadas, construcción, pensionados, agricultores, transportadores etc. Lo cual me sorprendió ya que en mi país siempre son los mismos, aparte que son identificados con un sinnúmero de prejuicios, dicha unidad y búsqueda del bienestar general yo no la conocía. Como resultado de esa protesta en Francia no le quedó otra al presidente que retirar dicha propuesta.
En Colombia las pocas veces que he visto que el país unido de tal manera es cuando la selección de futbol juega en el mundial, todos nos sentimos uno, todos haciendo fuerza y hacia el mismo lado, todos nos sentimos orgullosos, y estamos atentos; lo curioso es que estamos tan atentos que ciertos personajes y entidades aprovechan para subir los impuestos o precios a la gasolina, o se aprueban en el congresos o concejos ciertas proyectos que golpean duro a los colombianos.
Que nos falta para que Colombia responda con la misma actitud, fuerza, unión, pasión, cuando juega la selección, para que cuando el gobierno está tomando dicciones trascendentales, el me importa un culismo, la individualidad, la indiferencia no aparezca en cada uno de nosotros. Solo nos preocupamos o tomamos partido cuando es con nosotros, cuando nos tocan, el bolsillo, los intereses, el orgullo etc. Por esto es que en Colombia es tan fácil robar, cometer delitos, que nos gobiernen personajes nefastos y que la ignorancia no nos permita progresar.
Será que los que han marchado podrán obtener lo que se pide, será que es suficiente que un grupo de jóvenes y organizaciones tumbe la intención del gobierno de aumentar la iniquidad, seguro el gobierno ganara, no porque los que protestan estén equivocados, es porque los que no protestamos, aceptamos y permitimos que las cosas en Colombia no estén bien, después no nos quejemos.
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