Con el fin de diversificar el potencial minero en el país, el ministerio de Minas y energía trabaja en dinamizar la explotación de cobre.
La idea es aprovechar la alta demanda que el mineral llegará a tener en los próximos años, pues varios estudios indican que en el 2030 se podría duplicar el apetito por este material.
Esto debido a que las turbinas eólicas, las granjas solares, los vehículos eléctricos, entre otros, requerirán una importante cantidad de cobre a futuro y Colombia cuenta con una importante riqueza del material, convirtiéndose así en la gran apuesta del Gobierno, para diversificar la matriz mineral.
“En el colegio yo creo que una de las cosas que a uno le enseñan es que el cobre es el transmisor por excelencia de la energía; entonces, si todos queremos transitar hacia la electrificación de la economía, va a haber una demanda importante de cobre”, explicó la jefe de esa cartera, María Fernanda Suárez.
La alta funcionaria también explicó que Colombia está en el mismo corredor territorial donde se ubican Chile y Perú, los principales productores de cobre en américa latina, pero hasta el momento las condiciones de seguridad y la falta de conocimiento del subsuelo en ciertas regiones del país, habían evitado evidenciar el potencial en este frente.
Además, la ministra destacó la baja afectación ambiental que la explotación del mineral puede tener. “El mundo entero está buscando ‘descarbonizar’ la economía y Colombia tiene un potencial en cobre importante y este material puede desarrollarse con minería subterránea disminuyendo las afectaciones visuales y conteniendo los efectos en el medio ambiente”, sostuvo.
Cifras del sector señalan que, de iniciarse la explotación y producción del mineral a corto plazo, en los próximos 10 años se podría llegar a producir dos millones de toneladas, generando así el 8 % de la producción mundial.