Por: Camilo Andrés Maldonado Bautista/ Muy triste ver las noticias que diariamente transmiten los medios de comunicación, sobre historias de algunos de los miles de migrantes venezolanos que día a día, están buscando una nueva oportunidad de vida y subsistencia. Noticias que no son nuevas, pues el éxodo empezó hace ya muchos años como consecuencia de los errores de una dictadura a la cual no le funciono su modelo económico petrosocialista. Y, cuando hablo de “petro” no me refiero a Gustavo, sino a la economía dependiente exclusivamente de la industria del petróleo.
¿Cómo subsistir en un país con una inflación desbocada e incontrolable del 1.000.000% en el año 2018? (Colombia no supera un dígito de inflación anual). El pueblo Venezolano se debate ante la angustiosa situación de un salario mínimo que ha sido subido por parte del gobierno de Maduro en más de 47 veces, con una hiperinflación que como él mismo lo reconoció, fracasó el modelo planteado por el chavismo.
En efecto, el salario mínimo se fijó en 5.200.000 bolívares, para llevarlo a dólares a la tasa de cambio establecida en promedio en 2’902.142 bolívares por dólar, el salario equivale a tener conforme a los análisis microeconómicos, el equivalente a 1.7 dólares por mes, mientras comparado con otros países como Colombia, el salario mínimo corresponde a 278 dólares – salario también precario pero exageradamente alto según lo dicho por un Ministro de Hacienda que repite -, mientras en Bolivia asciende a 305 dólares y así podemos ver la diferencia.
Así mismo, analizando los astronómicos e inalcanzables precios de los productos de la canasta familiar venezolana que más son comentados por la opinión pública, donde 1 kilo de pollo tiene un valor de 1.4 millones de bolívares (con el salario mínimo mensual podría comprar 3.7 kilos), un kilo de queso tiene un valor de 2.8 millones de bolívares (podrá comprar 2.8 kilos con el salario del mes), 1 kilo de papas tiene un valor de 679.995 bolívares (podrá comprar 7.6 kilos al mes), el siempre nombrado papel higiénico 2 rollos 688.000 Bolívares, 12 huevos valen 526.000 bolívares, etc..
Cuando tu esfuerzo laboral solo alcanza para adquirir unos pocos artículos básicos y sumado a la escasez y precios controlados hacen que el ser humano busque de cualquier manera su subsistencia y sostenimiento quedando como única opción migrar en la búsqueda de un mejor futuro.
La Organización Mundial de Migraciones define al migrante como cualquier persona que se desplaza o se ha desplazado a través de una frontera internacional o dentro de un país, fuera de su lugar habitual de residencia, independientemente de su situación jurídica, el carácter voluntario o involuntario del desplazamiento, las causas del desplazamiento, o la duración de su estancia.
Colombia no ha sido ajena a situaciones de migración, durante el último siglo una gran cantidad de colombianos han sido forzados a desplazarse por el territorio nacional como víctimas de las distintas formas de violencia que nos han azotado, pues en la violencia partidista se registraron alrededor de 300.000 muertos y se calcula en dos millones el número de desplazados internos. Los migrantes colombianos de los últimos años se establecen en más de 8 millones y fueron rebautizados como desplazados, en forma violenta y grupos al margen de la ley en su mayoría delincuentes han sido sus victimarios y el mismo Estado, y grandes cantidades de migrantes colombianos se refugiaron en países como Venezuela, país que los acogió y les brindó la mano amiga, y ahora no podemos ser insensibles ante esta tragedia que estas personas traen sobre sus espaldas ni convertimos nosotros en seres humanos intolerantes y un problema más para esos miles de angustiadas familias, pues según reportes de las autoridades han muerto 17 venezolanos por hipotermia cruzando el páramo de Santurbán y otros tantos que arriesgan sus vidas con el único propósito de lograr ese sueño de luchar y trabajar para el sustento de sus familias. Desconcierto produce cuando el gerente del acueducto sale a los medios a decir que se encuentra muy preocupado porque los migrantes que vienen totalmente agotados después de una travesía con niños ancianos y mujeres toman como lugar de descanso a la intemperie las inmediaciones del parque del agua y hacen sus necesidades fisiológicas en esta zona (¿por qué no consigue un par de baños portátiles y les da un poco de dignidad a estos seres humanos?).
Llegó la hora de que el gobierno tome cartas en el asunto de una manera seria y dejar tanta reunionitis y citas internacionales para sacar conclusiones que se quedan en el papel: Los hermanos venezolanos necesitan la urgente ayuda internacional. Los movimientos migratorios masivos no sólo pueden transformar la composición social de una nación sino cambiar sus costumbres políticas, sus hábitos, cultura e ideologías, entre otras.
Vuelvo a repetirlo: los venezolanos son personas trabajadoras y buenas, no los estigmaticemos pues ellos nos prestaron por mucho tiempo su casa y nos brindaron abrigo y trabajo cuando los colombianos lo necesitamos, recordar es vivir.
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