Por: Alexcevith Acosta/ En el año 2020, escuché a un experto que me explicaba la diferencia entre seguridad, sustentabilidad y soberanía alimentaria. Aparentemente términos tan similares a primera vista significaban lo mismo, sin embargo, trataré de hacer un resumen sencillo de lo que el experto en el tema me concluyó.
La seguridad es entendida como la capacidad económica o transaccional para poder adquirir el alimento y según estudios de la FAO con reportes de la OMS y la ONU, Colombia, si bien ha mejorado, sigue con un déficit muy alto de garantizar el alimento a cada ciudadano que acá habita precisamente por la línea de pobreza que nos muestra, un poco más de un millón de personas tienen dificultad con garantizar al menos una (1) ración diaria en su desarrollo.
La sustentabilidad es el poder producir alimento de forma sustentable y sostenible en donde también tenemos una línea importante por trabajar, pues, los altos costos de los insumos agrícolas afectan a nuestros cultivadores y con ello muchas veces la trazabilidad de buscar un alimento con menos aditivos o conservantes se va volviendo más complejo pues en su conjunto lograr producir de manera sostenible en un país como el nuestro se vuelve costoso y entra en una competencia compleja con los alimentos importados.
Por otra parte, lo que me más me llamó la atención es que la soberanía entendida desde el concepto nación, es precisamente la fusión entre la seguridad y la sostenibilidad, razón por la cual, al entrar en pandemia en el 2020, se vieron situaciones complejas, pero al mismo tiempo apareció un espíritu de colaboración y apoyo entre conciudadanos y muchos aportaron para que, de la mano del Estado, las ayudas llegaran para garantizar el alimento para las personas que más lo necesitaban.
Entonces entendí que en algunas ocasiones puedes tener dinero para acceder al alimento, pero a veces no encuentras un buen alimento y en nuestro caso vemos como cada vez más un alto porcentaje del alimento que consumimos no es producido en nuestro país, lo que lleva a afectar la soberanía alimentaria.
El reto está, en entender entonces, como desde ese concepto de Ciudad Integral que venimos trabajando, desde esa gran apuesta de pequeñas ciudades inteligentes seremos capaces desde la unión de los sectores privado, público, academia, de la mano con la sociedad en general; llegamos un balance para que apuestas como la de Sustenta realizada durante el 2020 al 2023 pueda seguir dando soporte a un departamento como Santander que viene trabajando en fortalecer desde los municipios y la misma gobernación, lo que se conoce como los Planes de Sustentabilidad y Seguridad Alimentaria.
Este reto pasará porque los gobernantes actuales y las entidades rectoras del tema integralmente visto puedan desarrollar las siguientes fases en donde se proponen temas como:
-Desarrollar programas para reducir la crisis alimentaria general que ha generado hambre, incluso en nuestros campos.
-Recuperar de la gastronomía tradicional, rica en productos nativos y criollos y saberes ancestrales.
-Incentivar a que las economías campesinas no dependan del valor de insumos importados y de la venta de productos sin valor agregado.
-Mejorar la capacidad de los mercados locales para que no se vean desplazados por la industria de procesados y por el comercio de grandes plataformas.
-Balancear el desarrollo de los monocultivos, que son a elevados con altas dosis de químicos para aumentar su rentabilidad.
Estoy convencido que la creación de Acciones Piloto Transformadoras (APT), las cuales sirvieron como base para emprender la segunda etapa de Sustenta, pueden aportarle a una región como la nuestra y honrar los tres acuerdos que fueron de gran importancia al momento del cierre de la primera fase de Sustenta: 1. Creación de una plataforma de sustentabilidad alimentaria, 2. Fortalecer la gobernanza de la mano del comercio local, los gremios y la academia y 3. Promover procesos de incidencia política teniendo como fundamento la conversión de las APT en elementos de la agenda pública local y regional.
Así pues, desde la misma óptica de Ciudad Integral podemos ver que Sustenta que fue creado como programa de largo plazo en la autoridad ambiental del departamento de Santander se convierte en una alternativa para mitigar el hambre, producir limpio y amigable con el medio ambiente, mejorar las economías locales y recuperar cultura frente a la ancestralidad del manejo de nuestros alimentos invitando desde ya a que nos unamos a los eventos de la Cocina de mi Tierra, que precisamente lideran las asociaciones productoras y que nos marca una línea para buscar la verdadera soberanía alimentaria.
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*Ingeniero Civil, Especialista en Gerencia, Especialista en Project Management & Gestión de Competencias, del PMM Institute For Learning. Desarrollo de Requerimientos para Software y Programación, Bajo Ambiente Cliente Servidor. Candidato al título de Maestría en Gestión y Auditorías Ambientales con especialización en la Valoración Energética de Residuos y Gestión Ambiental.
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