Por: Jenny Paola Rangel Chaves/ Mucho se habla sobre este tema por esta época del año, sobre las tan anheladas vacaciones, cuyo significado deriva del latín vans, del verbo “vacare”, lo cual hace referencia a estar en un periodo de descanso, de libertad, de estar desocupado, desconectado de la rutina laboral.
Este término empezó a ser utilizado a partir del siglo XX, cuando los médicos empezaron a aconsejar a sus pacientes que debían tomar ciertos tiempos de dedicados al descanso, y desde ese entonces empezaron a surgir las leyes laborales que permitieron concederle este derecho al trabajador.
Respecto a este tema, me encontré por estos días de descanso, navegando por una de las redes sociales, en la cuenta de Adam Grant (@AdamMGrant), el siguiente texto: Las vacaciones no deberían ser un momento para recargar energías. Debería ser un momento para celebrar. Si el trabajo agota a las personas hasta el punto de que están usando su tiempo libre para recuperarse, es posible que tenga una cultura del agotamiento. Una organización saludable no deja a la gente agotada en primer lugar.
Yo opino que las vacaciones deben ser un momento propicio para dedicarle el 100% a la salud física, y mental, aprovechar para hacerse chequeos médicos, leer libros, desconexión total de los correos electrónicos, y todo tema laboral. Debe ser un tiempo de intimidad personal, y familiar, incluso planear salidas con amigos para retomar temas pendientes, que posiblemente por el tiempo que se le dedica al trabajo, no queda espacio para esas charlas tan amenas y desestresantes, que con una buena compañía se pueden dar.
Sin embargo, hay personas que no hacen uso de este derecho, o no lo aprovechan del todo como debe ser, pues quienes son adictos al trabajo, (son los más conocidos como “workaholics”), no descansan ni en su tiempo de vacaciones, continúan enviando correos electrónicos, adelantando trabajo, u otros, por el contrario, su tiempo de vacaciones lo usan para trabajar en otras empresas. Y esto no debería ser así, pues el cuerpo y la mente necesitan descansar, para seguir siendo productivos, y por salud también es muy recomendable hacer pausas para retomar con las labores.
Dentro de los efectos positivos de las vacaciones están: aumento de la productividad, mejora del clima laboral, aumento de la felicidad, mayor capacidad de aprendizaje, y empleados mas saludables, entre otros.
“El arte del descanso es una parte del arte de trabajar”: John Ernst Steinbeck.
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*Profesional en Administración de Empresas (UNAB), Magíster en Administración de Empresas con énfasis en Gestión Estratégica de Mercadeo (UNAB). Docente Universitaria.
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