Por: Claudia Acevedo/ ¿Vivir en casa de los padres a los 30 años de edad es malo o bueno? ¿Cuándo es el momento adecuado de salir de casa? ¿A qué edad debe darse la independencia económica y personal? Estas y muchas preguntas más surgen a diario en la mente de las personas. Sin embargo, ¿cuáles son las respuestas correctas a dichos cuestionamientos?
Colombia es uno de los países en Latinoamérica donde más jóvenes siguen viviendo con sus padres pasando los 28 años de edad. Debemos tener en cuenta que las generaciones poseen características diversas y formas de pensar muy diferentes e incluso hasta contrarias.
En Estados Unidos y Europa, los jóvenes salen tradicionalmente de sus casas a los 18 años de edad, sin embargo, a la fecha debido a los grandes cambios en el mundo los jóvenes americanos salen de sus hogares a los 24 o 25 años. La Organización Mundial de la Salud a la fecha ha tomado alguna consideración respecto a lo que representa la adolescencia, pues se supone que con los padres se está hasta ser adolescente, pero en muchas partes del mundo parece que la adolescencia se ha corrido un par de años y ahora se considera que es hasta los 25 años de edad.
Ahora bien, al hablar de Latinoamérica y más específicamente de Colombia y puntualmente del departamento de Santander, para nadie es un secreto que muchos santandereanos son de familias numerosas y que en algunos hogares se viven juntas las familias. Torres completas de familias ocupado diferentes pisos, conjuntos residenciales donde existen vecinos de la misma familia. ¿Todo esto por qué pasa? ¿Acaso es negativo para la salud emocional de las personas vivir de esta manera?
Es importante saber que en el ciclo del desarrollo evolutivo del ser humano existe una etapa conocida como “el nido vacío”. Esta debe ser una etapa donde los hijos salen del hogar para buscar su propio destino, para vivir independientes y crearse un estilo de vida solos o con su pareja. Hay unas edades estadísticas sugeridas donde pasa esto, sin embargo, muchos jóvenes a esta edad siguen estando en su casa y viviendo con sus padres.
Tal vez hablando principalmente de la cultura santandereana y colombiana, contamos con padres sobreprotectores que no han aceptado el crecimiento de sus hijos y todavía quieren que estén en casa. También existe la posibilidad de que en muchos casos los padres se sintieran solos y no quieran ser abandonados. Otra posible opción es que la generación del milenio todavía quiere sentirse seguro y mantener sus comodidades diarias.
Algunos jóvenes piensan que el momento de salir de casa se dará cuando ellos cuenten con la economía estable y un trabajo que les permita seguir manteniendo sus lujos, viajes o estudios. Muchas personas prefieren sacrificar su espacio y algunas cuestiones de privacidad, por el hecho de tener dinero para viajar, hacer un estudio universitario, un postgrado e incluso montar su propio emprendimiento para no tener que trabajar para nadie, ser su propio jefe y dedicarse a sus negocios con la administración que desee del tiempo a su antojo.
Muchas personas no son conscientes que cuanto más se posterga el hecho de ser independiente, más difícil va a ser la adaptación cuando sea el momento de salir. Se trata prácticamente de aprender a sobrevivir solo. Cocinar, lavar, comer, dormir, hacer compras, pagar el arriendo, pagar servicios, darse gustos, cubrir deudas, etc. Todas estas actividades hacen parte del mundo de los adultos y al vivir solo se debe mantener la madurez adecuada para afrontar la difícil vida de un “independiente más” en la sociedad.
Las personas que salen más tarde de su casa afectan el ciclo del desarrollo evolutivo y suelen hacerse más dependientes de sus padres, considerando que incluso ellos mismos se ven afectados también. Ahora bien, antes de salir de casa es importante tener en cuenta que se requiere de una serie de parámetros a seguir para conseguir el éxito del buen vivir, (que en el caso de los milenials es lo que se desea). Los jóvenes milenials no quieren salir de casa hasta no sentirse seguros de tener un trabajo estable y un salario que pueda solventar una vida de gustos y gastos que actualmente poseen y quieren mantener. Es importante tener presente antes de salir de casa:
1- Hacer un presupuesto que determine los gastos mensuales que se requieren para poder vivir como se desea y en el nivel que se desea.
2- Incluir en ese presupuesto pago de arriendo, alimentación mensual, gastos personales, transporte, pago de servicios y finalmente otros.
3- Contar con un flujo de ingresos que permita el estilo de vida que se desea, si aún no se cuenta con mucho el presupuesto debe ser adaptado.
4- Buscar un lugar que permita vivir en paz y comodidad y agregar el posible pago de la administración si el inmueble hace parte de un conjunto residencial o es uno más de decenas de apartamentos de un edificio.
5- Crear un plan de vida orientado al futuro de los padres y su participación en la vida de sus hijos.
Estos consejos deben ser tenidos en cuenta pues de ellos depende el éxito de la independencia de un milenial, además de la independencia de un milenial depende el progreso de un país.
Un hogar sobreprotector y unos hijos que solo piensan en consumir, generan en el futuro un país dependiente de otros países en sectores diversos de consumo y economía y unos trabajadores que jamás pensaran en dejar sus medios empleos por temor a quedarse sin ocupación o trabajo y no poder tener la vida que hasta el momento llevan con pocos lujos, pero conformes.
*Psicóloga y Co-fundadora de la LICMA Liga del Conocimiento y Salud Mental.
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