Por: Marco Aurelio Quiroga Velasco/ Es desalentador el diagnóstico que tiene como base datos estadísticos que hablan de esporádicas publicaciones, de entregas en donde se hace periodismo de referencia, es decir, que se registran hechos tales como celebraciones religiosas, desfiles, olimpiadas deportivas, semanas culturales, cumpleaños de maestros, directivos y alumnos, la visita de la cigüeña, etc.
El verdadero periodismo, aquel que contribuye al renacer de la palabra como instrumento de desarrollo intelectual, no aparece. El periodismo que cuestione desde las aulas el devenir de su ciudad, departamento y país, aún sigue siendo tan solo Intenciones de solitarias golondrinas. El periodismo que plantee puntos de encuentro, que opine, que proponga, que posibilite la participación de las Juventudes continúa brillando por su ausencia.
Lo anterior podemos tratar de explicarlo al considerar la ausencia de liderazgo que el joven estudiante de bachillerato representa en su medio, la falta de voluntad que se vive en los rectores de los colegios. los cuales no han querido reconocer la importancia de poner en marcha el funcionamiento de unas oficinas de extensión cultural en el interior de los establecimientos para que se ventilen todos los programas de acción que entren a desertar a una comunidad que se ha marginado paulatinamente de la realidad que la rodea.
Respecto al papel de Las universidades queda la propuesta de un convenio entre las dos secretarías – municipal y departamental – y la Universidad Autónoma de Bucaramanga, por intermedio de su facultad de Comunicación Social, que permita a estudiantes de último año su práctica en colegios que necesiten de tal asesoría, con el fin de poner en marcha buenos periódicos estudiantiles.
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*Abogado, sociólogo, profesor universitario