Por: Holger Díaz Hernández/ En medio de la grave crisis en la vecina Venezuela por los resultados de las elecciones del pasado 28 de julio y el descarado robo a Edmundo González, quien ganó con el 70% de los votos de acuerdo a las actas entregadas al mundo por la oposición, resultado que fue corroborado por la Misión del Centro Carter, que concluyó que no existió hackeo al sistema electoral y que el CNE de ese país declaró a Maduro, presidente electo en contra de la voluntad del pueblo.
Pero mientras mirábamos ese escenario, perdimos de vista lo que estaba ocurriendo en la carrera presidencial de los EEUU.
La arrogancia es el mayor defecto de un verdadero líder: Anónimo
Después de la debacle de Biden en el último debate con Trump, se hizo obligatorio para los demócratas tener un plan B, y es ahí donde empezaron a barajar nombres de algunos precandidatos entre ellos senadores, gobernadores y líderes del partido, pero la primera opción siempre fue: Kamala Harris, la vicepresidenta.
Afortunadamente Biden en un acto altruista y coherente decide dar un paso al costado y apoyar a su vicepresidenta, a pesar de las dudas de Barack Obama y de otros grandes electores demócratas que terminaron, algunos a regañadientes, apoyándola ante la imposibilidad de construir un candidato ganador en tiempo récord ya que solo quedan tres meses para las elecciones.
Estos comicios del próximo 5 de noviembre, serán los más atípicos de las últimas décadas en la política estadounidense, donde se van a enfrentar un ex presidente y la vicepresidenta en ejercicio, algo inédito en la democracia de este país.
En catorce ocasiones, un vicepresidente ha llegado a la presidencia en los EEUU, en nueve de ellas por la muerte o renuncia del presidente en ejercicio y solo en cinco por haberse postulado y hecho elegir en las urnas, Kamala sería la sexta si le gana a Trump.
Antes de Donald Trump solo se tenía como referencia, el caso de del presidente Glover Cleveland quien fue elegido en 1884 y derrotado en 1888 por Benjamín Harrison en su aspiración a la reelección, pero Cleveland decide regresar como candidato en 1892 y es electo nuevamente presidente, hasta ahora es el único que lo ha intentado y logrado.
El 28 de junio de este año en el primer debate que se ha hecho desde el 2020, Trump vapuleó a Biden de tal manera que quedó clara la imposibilidad del presidente no solo para intentar reelegirse, sino que generó grandes dudas de su capacidad para gobernar al país más importante del mundo.
Trump ataco a Biden mostrándolo como un líder desconectado de la realidad del país y de haber propiciado todas las dificultades que hoy viven sus ciudadanos, logró acorralarlo y hacerlo ver ante la opinión pública como un presidente que no estaba a la altura de las circunstancias, dubitativo e incoherente.
Pero es posible que ese triunfo que tenia casi seguro, se le convierta en un tiro en el pie, porque una cosa era enfrentar a un Biden disminuido físico y mentalmente y otra muy diferente a Kamala Harris quien con su historia de vida: de mujer, negra, hija de inmigrantes, con una brillante carrera como fiscal general y de distrito y como senadora por el estado de California y con su talante liberal y progresista, se le convirtió en un hueso muy duro de roer.
Nunca antes una mujer había logrado llegar un cargo de elección popular tan alto en los Estados Unidos, es la primera mujer y la primera persona de ascendencia negra y asiática en llegar a la vicepresidencia y en ser nominada por un partido de la importancia del demócrata a la presidencia de la república, hecho que ocurrió apenas el pasado 23 de julio, un sueño que parecía imposible de cumplir.
Los ataques de Trump contra ella tildándola entre otras cosas de “zorra” también podrían volverse en su contra, generar solidaridad en las mujeres, los afroamericanos y en otros amplios sectores de la población, factores que se suman a su posición férrea en defensa del estado de derecho y del fortalecimiento de la clase media, que pueden dar al traste con las ínfulas de Trump quien ya se siente ganador, en la carrera hacia el despacho oval de la Casa Blanca.
La elección de su fórmula vicepresidencial recayó en el gobernador de Michigan, Tim Walz, antiguo profesor de instituto, quien podría ayudarle a atraer a sectores conservadores e independientes de la población americana por su conexión con el votante de a pie y su apoyo a las causas progresistas.
De hecho, en algunos de los estados claves como Wisconsin, Pensilvania y Michigan, hoy la fórmula Harris-Walz gana en las encuestas, generando conmoción en el partido republicano, que ve con preocupación que el triunfo se les puede escapar de las manos.
Aún falta mucha tela por cortar en esta campaña electoral pero las fuerzas se han equilibrado y ya Donald Trump no la tiene tan fácil como hace un par de meses, cuando el contendor era Joe Biden y la lucha desigual.
El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de los sueños: Eleanor Roosevelt.
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*Médico cirujano y Magister en Administración.