Después de dos décadas de compromiso con una dieta vegana, Lierre Keith decidió dejar atrás su estilo de vida vegetal debido a una serie de problemas de salud que, según ella, derivaron de la falta de nutrientes específicos difíciles de obtener solo con alimentos de origen vegetal. En su controvertido libro El Mito Vegetariano, Keith relata cómo comenzó a experimentar síntomas de deterioro en su salud, entre ellos, daños en el sistema digestivo, fatiga crónica y alteraciones hormonales.
“Puedes seguir el régimen durante algunos años sin notar los efectos, pero si insistes, las lesiones acabarán surgiendo. Cuando llegas a un cierto punto, te quedan dos opciones. La primera es la que yo escogí durante 20 años: seguir adelante y convertirte en un fundamentalista donde tu realidad física, en la que tu cuerpo se va destruyendo, no se corresponde con tu manera de pensar. Aun así, sigues prefiriendo tu ideología. La segunda es dar un paso atrás y decirte a ti mismo que esto no funciona. La realidad es que la mayoría de personas que ha probado a ser vegano ha dejado el régimen”.
Para Keith, estos problemas no solo impactaron su bienestar, sino que cuestionaron la viabilidad de una dieta basada exclusivamente en plantas.
Veganismo afecta la ecología
Pero sus razones para abandonar el veganismo no se limitan a la salud personal. A lo largo de estos años ha desarrollado una postura filosófica y ecológica que plantea una crítica directa al impacto ambiental de la agricultura a gran escala enfocada únicamente en cultivos vegetales. Según Lierre Keith, la producción de alimentos basada en monocultivos daña el ecosistema al requerir la destrucción de hábitats naturales y afectar la biodiversidad del suelo. Sostiene que los sistemas alimentarios sostenibles deberían integrar prácticas de ganadería regenerativa, las cuales permiten mantener la salud de los suelos y mejorar el equilibrio en los ecosistemas.
Postura controversial
Las opiniones de Keith han sido recibidas con escepticismo y críticas en las comunidades veganas y vegetarianas. Sus detractores cuestionan la falta de evidencia científica en algunos de sus argumentos y señalan que su libro generaliza los efectos de la dieta vegetal sin considerar factores como la suplementación y la planificación nutricional.
“Este libro enfada a la gente, pero también ayuda a las personas que son veganas y vegetarianas que ya saben que la dieta les está perjudicando, no entienden por qué no funciona y están muy confundidos porque su mundo se está viniendo abajo”, dijo.
Sin embargo, El Mito Vegetariano ha abierto un debate sobre la relación entre la alimentación y el impacto ecológico de la agricultura moderna.
Para muchos, la postura de Keith representa un llamado a reflexionar sobre la sostenibilidad de los sistemas alimentarios actuales, abriendo la conversación sobre si es necesario reconsiderar la producción y consumo de alimentos de una manera que incluya tanto el bienestar personal como el del planeta.
APN Noticias