Por: Milton Villamizar Afanador/ En Colombia, la garantía constitucional del derecho al trabajo es un saludo a la bandera. Derecho, tanto de quienes quieren ser emprendedores, empresarios (jóvenes, adultos); como de quienes quieren hacer parte de la nómina del Estado en las tres ramas del poder público y en los órganos de control.
Hoy hablaremos de los primeros.
La administración pública (Gobernación- Alcaldías) deben contribuir decididamente a generar las condiciones de trabajo, de empleo a nuestros jóvenes y adultos, ¿cómo? Propongo una alternativa de varias que existen: facilitando capital de trabajo a través de crédito barato, para que nazcan sus emprendimientos o para que se fortalezcan los que ya existen.
Esta propuesta puede convertirse en una buena posibilidad para estos berracos emprendedores, para que crezcan sus negocios y generen su ingreso familiar y por lo menos 1 empleo más (la señora de la venta de comidas rápidas, el tendero, la cafetería, el restaurante, las obleas, el dulce, el modesto hotel, el zapatero, el informal, el profesional recién egresado para montar su negocio u oficina etc).
Por ejemplo, Bancoldex en asocio con las administraciones municipales y la departamental, pueden realizar convenios, establecer sinergias en favor de las economías populares, para que se ofrezcan créditos de capital, a no más del 1% de interés, prestamos entre 1 y 100 millones de pesos, que dé un respiro al famiempresario, al microempresario, al profesional recién graduado y le permita desarrollar la economía en su barrio y generar el mínimo vital para él, su familia pero además, por lo menos 1 empleo nuevo, que muy seguramente arreglará un poco la vida de la familia de este nuevo empleado.
Para eso, es necesaria la decisión contundente de los gobernantes de hoy, (Alcaldes- Gobernador) para que en esa alianza estratégica entre entidades del estado, coloquen un buen capital de recursos de los presupuestos públicos (de todos); que Bancoldex facilita por lo menos entre 8 y 15 veces el capital que coloque la administración (Alcaldías o Gobernación), se definen los plazos de retorno y las tasas de interés y lo más importante, se genera empleo y con el calidad de vida digna.
Empleo es lo que busca un joven cuando termina su bachillerato y no puede acceder a estudios superiores por que no cuenta con los recursos económicos para pagar su carrera profesional o porque no alcanzó a lograr un cupo en la universidad pública, así el recién graduado “doctor” cuando con inmensa alegría y esfuerzo propio y de sus padres se hace profesional y no encuentra trabajo.
Esa ausencia de políticas de estado (nacional, departamentales y municipales) se nota en gran medida en el hecho triste de tener que ver partir a nuestros jóvenes y también muchos adultos, de nuestro suelo patrio, de su terruño, a lograr su sueño de tener trabajo en EEUU o Europa; donde les toca someterse en muchos casos a la discriminación, a la soledad personal, espiritual en un país desconocido, en búsqueda de una oportunidad de progresar y de dar calidad de vida a sus familias padres o hijos.
La administraciones del área metropolitana por endeudadas que estén, no son pobres de aportar año a año siquiera $2.000 millones de sus cuantiosos presupuestos, que fácilmente se convertirían en una gran bolsa de unos $32.000 o más millones, dispuestos para créditos baratos de nuestros emprendedores (confecciones, tiendas, calzado, dulces, gastronomía, profesionales con ideas de negocios, comerciantes no formalizados inclusive etc.).
Podría llegar fácilmente a respaldar en cada año unos 2.000 o más emprendores y empresarios y si cada uno se compromete y genera 1 nuevo puesto de trabajo, nos ganamos 8.000 soluciones de trabajo nuevo en este cuatrenio que como se dice, le arregla la vida a 16.000 nuevas personas y a muchas familias que hoy claman, por una oportunidad de trabajo digno y decente.
Muchos, pero muchos jóvenes y adultos se van por el “hueco” a EEUU, con lágrimas por tener que dejar a sus familias, a sus hijos porque aquí en nuestra patria y en nuestras ciudades no encuentran un ingreso licito, digno, que les asegure el mínimo vital y móvil a ellos y a sus familias.
Mandatarios, si existe la voluntad de ayudar, se puede hacer, respalden a nuestros emprendedores, a nuestros empresarios, a nuestros profesionales; la generación de oportunidades de trabajo genera calidad de vida en las familias, genera felicidad; con trabajo se garantiza la educación de sus hijos, la salud de la familia, y por lo menos para el pago de los mínimos básicos para vivir en unión familiar, el profesional entenderá que valió la pena el título de “doctor”.
Es la manera de combatir al “gota gota” algo de la inseguridad que nos agobia, se generan nuevas fuentes de trabajo y lo más importante, se genera unión familiar que se traduce en felicidad.
En unos presupuestos como los de los municipios del área metropolitana, no es de recibo que los mandatarios o sus secretarios de hacienda digan que no hay de donde, se trata de generar empleo, generar calidad de vida en nuestras familias, esto es más importante que una placa rimbombante con el nombre del gobernante, porque aquí si se genera economía local, se genera empleo popular, se genera felicidad a nuestros niños, nuestros jóvenes.
Dejo esta opinión, como un camino claro para que en los planes de desarrollo por aprobar en las corporaciones públicas, se cree un rubro para la generación de empleo a través del fortalecimiento al famiempresario, al microempresario, al empresario y al profesional recién egresado, a través de esta modalidad de créditos blandos.
Gratitud al Dr. Juvenal por este espacio de opinión.
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*Abogado.