Por: Jesús Heraldo Rueda Suárez/ Acompáñenme a abordar estas dos actitudes, analizando dos comportamientos totalmente negativos, para no caer en ellos, es fácil encontrar en nuestro país, en nuestras ciudades, en nuestros trabajos, en nuestros claustros académicos, en cualquier ventanilla de atención al público a personajes sentados en un puesto como gobernantes, políticos, administradores, ejerciendo una labor de forma mediocre, incompetente, pusilánime y corrupta.
El daño que causan estas personas, a sus empresas, a su país, a su ciudad, a la sociedad es incalculable, mi hipótesis es que la imbecilidad de quien con artimañas, artificios y engaños, encuentran el terreno abonado, donde el “poder compartido” ha sido reemplazado por “la impotencia y complicidad compartida”, donde el mediocre y el corrupto aprovechan ese caldo de cultivo para sembrar división, rencillas y como dijo julio cesar son fieles discípulos del actuar “Divide y Vencerás” no cambian nada, dejan las cosas como están y compensan esa incapacidad con una retórica de cambio inflamada, donde posan de adalides de la honestidad actuando como los falsos salvadores.
Las democracias actuales, a nivel global, los malos gobernantes, los malos políticos, los malos dirigentes, los malos administradores, los malos educadores, etc., tiene que ver con una estrategia desordenada, caótica, pero estrategia, al fin y al cabo; que se caracteriza por la creación de las condiciones para que los “salvadores” hagan estragos, un tipo especial de salvadores que, entre más capaces sean de construir su discurso torpe, primario, mentiroso e incendiario, más posibilidades tienen de “acertar”, es decir, que sean efectivamente elegidos, toda vez que su discurso se basa en mantener los problemas latentes y en crear más, porque su incapacidad la esconden en sembrar conflictos, en generar enfrentamientos, para seguir posando como el ungido el salvador y en nuestro país y sociedad sí que hay muestras notables.
Ser mediocre es una actitud y elección de vida, no es malo porque sea un defecto, es malo porque este tipo de personas aceptan lo mínimo, eligen no hacer, no esforzarse, no arriesgarse, no descubrir, no intentar, no equivocarse, no ver y no encontrar, son persona que se han permitido permanecer en la mediocridad simplemente carecen de potencial porque no se esfuerzan más allá de su zona de confort, y la zona de confort la instalan en la comodidad, no son parte activa de los retos, solo se les ve sentados, en tertulias insignificantes, y eligen quedarse en la mediocridad pues es más fácil que salir a trabajar y arriesgarse prefieren tener una vida que no satisface, y terminan aceptando lo que sea, lo que venga, el empleo que salga, lo que les toque.
Este tipo de conducta, y de personas son fáciles de detectar, aunque no es una enfermedad, este comportamiento es contagioso, como en el poema de Sabines de los enamorados, con la venia de Sabines cambiaré enamorados por mediocres; “Los mediocres, siempre se están yendo, siempre, hacia alguna parte, esperan, no esperan nada, pero esperan” viven al acecho, su incapacidad e ineptitud la esconden sembrando, odios y mentiras, su apetito es voraz hacia la división, el chisme y la corrupción, ya que ello desvía la atención para esconder la mediocridad de su labor.
Si nos relacionamos con personas mediocres terminaremos pensando y actuando igual que ellos, “una papa podrida daña el saco”, por eso es importante incluir en nuestras vidas gente que nos inspire, démonos esa oportunidad de conocer e incluir en nuestra vida a gente que ha logrado aquello que deseó, aquello que soñó y que lo ha logrado con esfuerzo trabajo y honestidad, si lo hacemos, veremos que poco a poco comienza a cambiar nuestra forma de ver el mundo y aprendemos a ver opciones para alcanzar nuestros sueños.
Los invito a que miremos a nuestro alrededor seguramente nos daremos cuenta que las personas que logran las metas más grandes son aquellas que se salieron de los patrones normales, los mediocres no gestionan, no ejecutan, no hacen, todo es por lo fácil, “si me dan hago”, “si no me dan no puedo” son personas que siguen los mismos patrones que los demás, son como las hojas secas; donde el viento las lleve.
En la mente de un mediocre y un corrupto no existen referentes de logros, de metas, de objetivos, en ellos todo se edifica sobre la carencia y la maldad, para ellos saltarse la norma es una prueba de eficiencia que deben completar una y otra vez, de hecho, lo convierten en un juego con trazas de diversión, porque aprovecharse de otros es una forma de validarse a sí mismos.
El mediocre y el corrupto no ven ninguna ventaja en el respeto al otro, lo considera un obstáculo, incluso no tiene en su mente ni en su corazón el concepto de “lo otro” como tal, desea poder y dinero porque esto le crea la ilusión de control sobre los que lo rodean no le importa tener aduladores en lugar de amigos, prefieren el poder y la burla en lugar de sentido de vida, lo suyo es predominar, aunque sea de manera superflua.
La mente de un corrupto y un mediocre es muy adaptable y funciona a la perfección siempre y cuando haya un contexto propicio para saltar la norma, si se les habla de controles, de revisar, de auditar sacaran sus garras y atacaran sin importar el daño que hagan porque se les están afectando su zona de confort, ellos son los eternos generadores de crisis para sus familias, para las empresas en donde trabajan y para la sociedad en la que habitan, razón tenía Darwin cuando dijo, “la progresiva degeneración de la especie humana se percibe claramente en que cada vez nos engañan personas con menos talento”.
El corrupto y el mediocre lleva en sí mismo el germen de su propia destrucción: creerse invulnerable, su egolatría le impide hacer una valoración objetiva de la realidad, esto, antes o después, se transforma en un error estratégico, tarde o temprano cometen un error, es entonces cuando se convierten en objeto del desprecio colectivo y su soledad se les revela.
La pregunta que queda es por qué quienes rodean a estos corruptos y mediocres de pacotilla los toleran, es más los reeligen, porque las sociedades muchas veces piensan que no se puede hacer nada al respecto, en este caso también, más tarde o más temprano, ese sentimiento de indefensión se puede convertir en una indignación activa que, de forma colectiva, le ponga límite a este tipo de personajes.
Reitero la importancia de alejarse de este tipo de personas, siniestras, y dedicarnos a cultivar sueños, cuando nos falta un sueño o meta que cumplir la mediocridad tiene el camino fácil para instalarse en nuestra vida, por eso no hay mejor medicina que pensar en algo que queramos lograr y comenzar a trabajar en ello, vale cualquier sueño, desde viajar a algún lugar remoto que nos atraiga, hasta iniciar nuestro propio negocio, no dejemos que nos gane el miedo, y cuando otros nos digan que nos vamos a equivocar, recordemos que cada uno debe seguir su propio camino.
Una vida sin riesgos es muy aburrida y nos hundirá en la mediocridad, es muy importante este concepto por ello desde la casa, es importante inculcar en nuestros hijos el sentido de la responsabilidad, del trabajo, de alcanzar metas, de valerse por sí, de soñar, una sociedad crece en la medida que le entreguemos hijos responsables, trabajadores, estudiosos, los llamados hijos canguros, nada aportan ya que siempre estarán esperando que todo les llegue por la vía fácil, que placentero es concentrarnos en ese trabajo hacerlo con cariño, lograr las metas y objetivos, y que a su vez nos da para pagar las cuentas cada mes, cobrar un salario, unos honorarios cuando se ha realizado un trabajo limpio, a conciencia es de las cosas más placenteras que existen, los bandidos, los ladrones, o picaros no son solamente los que atracan con un arma, y le quitan las pertenencias a otra persona, se es igual de ladrón, pícaro o bandido cuando se cobra un salario, unos honorarios, y no se trabaja, cuando no se hace o se ejecuta el trabajo por el que recibe esa paga.
¿Recuerdan que les hablaba de tener un sueño o meta? Bueno, seguro que en el proceso de lograr lo que nos proponemos vamos a encontrar personas que nos dirán que es imposible, sin importar la meta que sea, siempre habrá pesimistas o gente que por temor dejó ir sus sueños y ahora nos tientan con lo mismo, no caigamos en el juego, es más si nos equivocamos, es mejor haber probado algo nuevo que quedarnos con la incertidumbre de lo que hubiera pasado, cada uno de nosotros tiene habilidades y cualidades únicas que pueden aportar mucho al mundo, sin embargo, mucha gente se queda estancada con lo fácil y eligen no ir más allá.
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*Profesional en Mercadeo
Twitter: @heraldoru
Cuado hacemos mal uso de la autoridad y los derechos que nos confian,, las oportunidades, conexiones para beneficio personal estamos siendo corruptos, contrario a la ley y los principios morales que debemos de practicar por intuición. Gracias Dr. Rueda por compartir 🤗