En una nueva estrategia para salvar su imagen frente a los graves hechos de corrupción que afronta su gobierno, el alcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández Suárez, responsabilizó a su hijo Luis Carlos Hernández Oliveros, del escándalo de corretaje, tras haber suscrito y legalizado en una notaría, un documento de claridades que le permitiría la entrega del contrato de nuevas tecnologías a la cuestionada empresa Vitalogic. (Ver video)
Hernández, este viernes durante la clausura de las sesiones extraordinarias del Concejo de Bucaramanga, se refirió a dos demandas multimillonarias en contra de la Empresa de Aseo de Bucaramanga (interpuesta por Vitalogic) y otra contra el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga (amb), que podrían afectar considerablemente las finanzas del Municipio en caso que los fallos de las mismas sean adversos.
El Mandatario Local le restó importancia a la demanda millonaria que la Unión Temporal interpuso a la Emab buscando la reparación a los perjuicios -que afirman- sufrieron al no adjudicarles el contrato de tratamiento de basuras de la ciudad y que, según reveló Corrillos! en su momento, era la tarea de Luis Carlos, negociar en nombre de su padre para favorecer a Vitalogic.
“¿Qué pueden demandar si el contrato no existe?”, dijo Rodolfo Hernández en la plenaria del Concejo y aceptó que “hubo indelicadezas de un familiar mío”. El alcalde prefirió echar de cabeza a su hijo, e incluso, lo calificó de vicioso.
“Lo tengo que reconocer, no sé qué cigarrillo estaba fumando cuando hizo eso”, afirmó el burgomaestre, lo que evidencia que si existe una culpabilidad premeditada por parte de su familiar.
Sin embargo, lo expuesto por Hernández contrasta con lo revelado en Corrillos! por el testigo clave del escándalo, Luis Andelfo Trujillo, quien ya le confesó a la Fiscalía que el alcalde no solo sabía del negocio de su hijo, sino que “fue él quien me envió a hablar con Luis Carlos”.
La afirmación de Rodolfo Hernández en la plenaria dejó sorprendidos a los concejales, quienes dijeron en voz baja que, además de ser vergonzoso el echarle la culpa a su hijo de su responsabilidad en el negociado, no deja de ser grave que éste acepte públicamente que detrás de las nuevas tecnologías si existieron irregularidades.
Frente al proceso, ya la Procuraduría abrió indagación preliminar y espera establecer la responsabilidad de Hernández y de otros funcionarios de su Administración involucrados disciplinariamente, mientras que la Fiscalía ya tiene en su poder más de 500 folios entre los que se destacan conversaciones por WhatsApp, audios de llamadas telefónicas y correos electrónicos entregados por Trujillo, que evidencian un posible cartel de la contracción al interior del ‘Gobierno de los Ciudadanos’.