La NASA y la Agencia Espacial Europea se están preparando para enviar una sonda al Sol a fin de que rescate imágenes únicas de sus polos, una misión sin precedentes que se espera entregue a los científicos pistas sobre cómo afecta la vasta energía de la estrella a la Tierra y a los humanos en el espacio.
El Solar Orbiter será lanzada al espacio en un cohete Atlas 5 desde Cabo Cañaveral, en Florida, a las 0403 GMT del lunes, desplegando una serie de paneles solares y antenas antes de emprender su viaje de 10 años hacia el Sol.
Usando la influencia gravitacional de la Tierra y Venus para acercarse hasta a unas 26 millones de millas (42 millones de kilómetros) del Sol -o el 95 por ciento de la distancia con la Tierra- la sonda mapeará los polos de la estrella, lo que podría permitir a los científicos por primera vez observar la fuente concentrada de viento solar que impregna nuestro sistema.
El viento solar es una masa de partículas cargadas que está altamente concentrada en los polos y se irradian a través de nuestro Sistema Solar, afectando a los satélites y dispositivos electrónicos en la Tierra.
El Solar Orbiter lleva 10 instrumentos instalados tras un gigantesco escudo térmico de 147 kilos, tres de los cuales tomarán imágenes a través de pequeñas ventanas y vigilarán al Sol para observar cómo cambia su superficie con el tiempo.