El juzgado séptimo especializado de Bogotá condenó a 30 años de prisión al exsubdirector del DAS, José Miguel Narváez por su responsabilidad en el asesinato del periodista y humorista Jaime Garzón Forero registrado el 13 de agosto de 1999.
El despacho judicial sentenció a Narváez como determinador del asesinato de Garzón Forero. Para el juez, existen pruebas documentales y testimoniales que permiten inferir que el procesado instigó al máximo comandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Carlos Castaño Gil, para ordenar el asesinato.
Excomandantes paramilitares como Salvatore Mancuso y Fredy Rendón Herrera, alias ‘El Alemán’ declararon bajo la gravedad de juramento que Narváez -quien en ese momento trabajaba como profesor de la Escuela Superior de Guerra- era una de las personas más cercanas a Castaño Gil.
Así se orquestó el homicidio
En una reunión celebrada en una de las fincas de los Castaño Gil, el exsubdirector del DAS, José Miguel Narváez, le manifestó al jefe de las AUC el peligro que representaba el periodista, a quien acusaba de tener nexos con la guerrilla del ELN y beneficiarse económicamente de su trabajo en la liberación de secuestrados.
Vía teleconferencia desde los Estados Unidos, Mancuso aseguró en el desarrollo del juicio que el procesado era el encargado de dar conferencias en las que atacaba los conceptos comunistas y explicaba estrategias para atacar a los guerrilleros.
Por su parte, el exjefe paramilitar Diego Fernando Murillo Bejarano, alias ‘Don Berna’ indicó que en repetidas oportunidades el exsubdirector del DAS habló con Carlos Castaño sobre el plan para asesinar a Jaime Garzón, a quien llamaban peyorativamente como ‘betún’, en referencia a su personaje de Heriberto de la Calle.
En el juicio, la exsenadora liberal, Piedad Córdoba Ruiz, narró que cuando fue secuestrada por Carlos Castaño Gil pudo comprobar la relación que el jefe máximo de las AUC tenía con José Miguel Narváez. En su cautiverio tuvo conocimiento del plan para asesinar a Jaime Garzón.
«Jaime a ti te van a matar’ (…) a mí me liberaron pero a ti te van a matar. A ti te canjearon por mí”, le manifestó la excongresista al periodista en un almuerzo que sostuvieron en un restaurante en el centro de Bogotá en los primeros días de agosto de 1999.
Córdoba aseguró que varios comandantes paramilitares le confirmaron mucho después del crimen de Garzón que Narváez instigó a Castaño Gil para que ordenara el asesinato. “Ellos (los exjefes paramilitares) acusan a Narváez de ser el autor intelectual, el que da la orden es Carlos Castaño”, indicó en esa oportunidad la exsenadora.
Sin embargo, después de ver el rechazo que generó en toda la sociedad el crimen del humorista, Castaño Gil tomó la decisión de apartarse de Narváez puesto que consideraba que lo había hecho incurrir en un error.
“Debido a la conmoción del país por lo que se tomó la decisión de prescindir de los servicios, porque según ellos les había hecho cometer muchos errores. Esa se consideró la gota que rebosó el vaso por lo que se tomó la decisión de no contar con esa asesoría”, aseguró la líder política.
José Miguel Narváez fue sentenciado por su participación en las ‘chuzadas’ del DAS. Igualmente enfrenta tres procesos penales por el secuestro de la exsenadora Piedad Córdoba, el asesinato del senador de la Unión Patriótica, Manuel Cepeda y el plan de tortura psicológica que se adelantó contra la periodista Claudia Julieta Duque.
Así fue el crimen
Castaño Gil contactó a la banda delincuencial de La Terraza de Medellín para que adelantaran los respectivos seguimientos al humorista político en la ciudad de Bogotá. En la investigación se pudo evidenciar que personal del B-2 del Ejército Nacional le entregó datos sobre los movimientos de Garzón.
Los sicarios -según la Fiscalía General- estuvieron una semana en la capital de la República analizando la información entregada por los militares. Personal de la Brigada XIII del Ejército los acompañaron en los recorridos de las «rutas» del periodista.
En la mañana del 13 de agosto de 1999, dos sicarios interceptaron en el sector de Corferias la camioneta en la que se movilizaba el periodista. Sin mediar palabra, le dispararon en tres oportunidades, acabando de manera inmediata con su vida.
Cuatro meses después, la Fiscalía y el DAS anunciaron la captura de Juan Pablo Ortiz Agudelo, alias ‘Bochas’ y Edilberto Antonio Sierra Ayala, alias ‘Toño’. Para su identificación se tuvo en cuenta el testimonio de María Amparo Arroyave Montoya, quien aseguró que desde la ventana de su apartamento, ubicado en el Barrio Quinta Paredes, pudo observar con detalle a los dos sicarios cuando huían tras cometer el crimen.
Arroyave le entregó al DAS un retrato hablado de los dos atacantes. Reseñó los rasgos faciales, las cicatrices, la estatura de los dos, e incluso, el tipo y color de botas de los dos hombres.
Sin embargo, el 10 de marzo de 2004 el juzgado séptimo especializado de Bogotá absolvió a los dos procesados al considerar que no se allegaron pruebas suficientes para inferir su participación en los hechos. En la decisión judicial se condenó a 38 años de prisión al comandante paramilitar, Carlos Castaño Gil como autor intelectual del crimen.
En la misma decisión se compulsaron copias a la Fiscalía General por lo que se consideró una falsedad en testimonio por parte de los mismos declarantes, puesto que quedó en evidencia que habían faltado a la verdad. Para el despacho judicial se intentó desviar la investigación desde el DAS y la Fiscalía.
Otros involucrados
Por el asesinato de Jaime Garzón es procesado el excomandante el B-2, coronel (r) Jorge Eliécer Plazas Acevedo. La Fiscalía lo señala de haber ordenado la recolección de información sobre los movimientos de Jaime Garzón en Bogotá. Estos datos le fueron entregados a la banda La Terraza.
Igualmente fue vinculado mediante indagatoria el general (r) Rito Alejo del Río, excomandante de la Brigada XIII del Ejército.