Por: Luis Eduardo Jaimes Bautista/ Lo que ha sucedido y sucede en la región y el país, sobre amenazas y asesinatos, el Estado Colombiano ya debe tomar en serio y con la verdad las investigaciones exhaustivas que se hacen, como la misma protección, y no que se quede en la tolerancia sobre la existencia de estas bandas criminales, tan mal llamadas Bacrim.
La labor periodística se realizamos los comunicadores sociales a través de los diferentes medios, en que cada día se informa sobre ese acontecer político, social, económico y gubernamental es un apoyo a las instituciones sobre el bien que hacen las cosas, pero también estamos en la obligación de cuestionar, denunciar e investigar sobre qué está pasando en los territorios abandonados por los gobiernos.
En este siglo XXI, existe un compromiso con la defensa del planeta tierra, nuestra casa, sobre sus ecosistemas, el agua, la fauna y la flora, como la explotación minera por los depredadores, en algunos casos con la anuencia supuestamente de funcionarios que se venden, dejando de lado la Constitución y las Leyes.
Dándole paso a la delincuencia (Bacrim, Águilas Negras y otros) para que violen los Derechos Humanos, como la vida misma de quienes luchan y defienden los intereses colectivos de una población, esos líderes que cada día son amenazados, han caído y caen bajo las balas asesinas. En consentimiento de organizaciones políticas, terratenientes y empresas multinacionales que buscan la explotación de los recursos naturales.
En Colombia y sus regiones que ha sido azotada por la violencia durante toda su historia, caso particular el Magdalena Medio, continúa con esa violencia soterrada, sin que las fuerzas del orden le pongan freno en acabar con estos forajidos, colocándolos a buen recaudo de la justicia. Ya es hora que la Fiscalía, Procuraduría, Contraloría, el poder judicial, Congreso de la República, Presidencia de la República, no siga permitiendo que el derramamiento de sangre continúe como si fuera una tierra de bárbaros, con estas organizaciones criminales.
No se explica por qué las autoridades insisten en que estas organizaciones no existen como grupos o tienen organigramas como lo han manifestado los reportes de la Fiscalía, porque no aparecen las capturas. Si se sabe en vox populi e investigaciones como la Fundación Paz y Reconciliación que señala:
“Las Águilas Negras no existen como estructura criminal. No hubo ningún registro de campamentos, líderes o comandos armados que revelaran su existencia. En cambio lo que se encontró es que algunos grupos criminales, como el ‘clan del Golfo’, cuando van a hacer operaciones criminales que dejen muchos muertos o que sean muy violentos, se ponen el nombre de Águilas Negras para no ser identificados. Esto fue lo que pasó en Norte de Santander en la guerra entre ‘Rastrojos’ y ‘clan del Golfo”.
Con esto se puede decir que se volvieron selectivos y ahora buscan las cabezas de los líderes, ahí están las noticias en los periódicos en que todos los días hay amenazas y muerte de líderes, sobre todo en las zonas de conflicto armado y todavía no se aprende la lección que hay que brindar la seguridad por parte del gobierno, es como si escucharan mucho y actuaran poco, o dejaran pasar de agache toda esta contravención contra la ciudadanía que es el mismo estado.
Frente a esta violencia que sigue haciendo carrera y campea en todos los rincones del Departamento de Santander, Barrancabermeja y los Municipios vecinos sobre el margen del Río Magdalena, los periodistas han lanzado una voz de alerta, porque no han sido ajenos a la violencia que han padecido sus habitantes, que muchos se oponen la explotación de los recursos naturales.
Es como si esa confianza que depositan los comunicadores, que ha existido con los Organismos del Estado y sus mandatarios, cuando se ejerce un periodismo libre en pos de la verdad, no les conviniera y sembraran la desconfianza, sobre todo en la hidra de la corrupción.
Ya hora que se tracen protocolos cuando los periodistas y líderes denuncien amenazas de muerte o desplazamiento para preservar sus vidas o simplemente los dejen en las fauces de los lobos. Cuando se pide la solidaridad y seguridad, ante los medios y cuerpos del Estado es porque existe el peligro… el peligro no llega solo, se camufla y actúa.
Copio apartes del Comunicado de Corrillos por los colegas amenazados, para que exista un complemento en que existe abandono de protección por parte del Gobierno y como dice: “El grupo ilegal en el comunicado, imponen 24 horas para que 18 personas que residen principalmente en Puerto Wilches y Barrancabermeja, “desocupen el territorio” o podrían ser asesinados.
La amenaza de muerte incluye a los columnistas de Corrillos, Leonardo Granados y Raúl Eduardo Barba, quienes desde sus columnas han denunciado los delitos ambientales en la zona, producto de la explotación minero-energética.
Estas amenazas coinciden con la labor que estos líderes ambientales y opinadores de Corrillos vienen haciendo en la región, a fin de no permitir el uso del Fracking dentro de las actividades petroleras, por el impacto negativo contra el ecosistema.
De hecho, varios integrantes de esa ‘lista negra’ son dirigentes de Puerto Wilches, que desde hace unos días han venido denunciando la muerte del Manatí Antillano en la Ciénaga de Paredes, en ese municipio.
Además, entre los líderes amenazados hay un común denominador y es que todos los mencionados han hecho denuncias o acciones judiciales en temas que repercuten ambientalmente. De hecho, las ciénagas de Paredes y San Silvestre (en Barrancabermeja) son áreas con proyección para los pilotos de Fracking.
Los nombres de las personas amenazadas son: Rafael Alberto Centeno, Óscar Sampayo, Hemerson Reinel, Luis Solano Gallego, Jhon López, Mayra Galván, Fabián Díaz Plata (Representante a la Cámara), Erich Fabián Torres, Jazmín Urueta Pérez, Carlos Ramírez Villabona, Luis Alberto González, Alexander Mateus Rodríguez (excolumnista de Corrillos), Yesid Blanco, Graciela Rojas Santos, Rodrigo Escobar, Leonardo Granados (columnista de Corrillos), Luis Jiménez Ospino y Raúl Barba (columnista de Corrillos).
Frente a las amenazas contra nuestros columnistas, hemos solicitado el acompañamiento de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), la intervención del Gobernador Mauricio Aguilar y esperamos que usted, como primera autoridad de Barrancabermeja, coordine un Consejo de Seguridad desde donde se definan las acciones pertinentes a fin que se les garantice la vida y la tarea de opinar libremente.
*Poeta y escritor.
Twitter: @bizonteamarill1